En busca de la estereopsis

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Aoko_Kuroba
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En busca de la estereopsis

Mensaje por Aoko_Kuroba »

Hola!
Tal como he dicho en mi post de presentación, os cuento mi caso en particular.

El tema es largo, así que agarraos que vienen curvas!


INFANCIA

Cuando era un bebé me diagnosticaron endohipertropía y ambliopía en el ojo izquierdo. Llevé parche una temporada en el ojo "bueno" y a los cuatro años (en el 90/91) me operaron. No tuvieron que operarme más de una vez y no tuve que volver a llevar parche. Según mi oftalmólogo, quedé perfecta. Sin embargo, tenía que llevar gafas, pues tenía además hipermetropía y astigmatismo. No recuerdo las dioptrías, pero tenía más de 1 en el izquierdo y alrededor de 3 en el derecho. Nunca me explicaron nada de la visión en 3D, o de la percepción de la profundidad en la realidad. Mi forma de ver las cosas, para mí, era lo normal. Así, siempre que tiraba una canasta o un gol y la pelota se iba a la quinta china, o cada vez que intentaba batear la bola cuando ésta ya había pasado de largo, o cuando derramaba el agua en la mesa en vez de acertar al vaso, para mí eso era simple torpeza, y crecí creyendo eso.

Iba cada X tiempo a revisiones, de vez en cuando me bajaban un poco las dioptrías, muy poco, pero eso me alegraba. Pensaba que llegaría un tiempo que no necesitaría llevar gafas. Las aborrecía. Así, hace año y medio, fui al mismo oftalmólogo que me operó de pequeña y le dije: quiero quitarme las gafas. Me hizo las pruebas pertinentes y en mayo del año pasado me hizo el lasik. Ahí empezó mi aventura en busca de la binocularidad.

Adiós gafas

Uno de los motivos por el que quise quitarme las gafas era por los estereogramas. Cuando era yo pequeña mi hermana compró un libro llamado "el ojo mágico". Me frustraba que mis padres y mis hermanos pudieran verlo con total facilidad, y yo, por más que mirara, sólo veía dibujitos abstractos de colores. Quería ver eso, TENÍA que verlo! Siempre me decían que yo no podía porque llevaba gafas. Nunca se me ocurrió pensar que mis hermanos, a pesar de llevar gafas también (astigmatismo mi hermano, miopía mi hermana), podían verlo, así que eso no podía ser el motivo.

Después de la operación volví a coger el libro y me topé con la primera frustración: seguía sin ver nada. Pensé, bueno, solo hace una semana y todavía veo un poco borroso, seguramente mis ojos necesitan más tiempo de adaptación.

Después la operación tuve que llevar lentillas durante una semana. Desgraciadamente soy hipersensible, y las lentillas me molestaban un montón. Huelga decir que me ponía las Optava más de cinco veces al día porque las tres veces que me recetó el oftalmólogo no me bastaban. Por ello, tuve que cambiar a las Viscofresh que son bastante más baratas. Cuando me quitaron las lentillas fue como si me quitaran un plástico de delante, aunque seguía viendo un poco borroso. Me dijeron que con el tiempo volvería a ver bien. Pero me topé con un nuevo problema: de noche, las luces y los objetos reflectantes LOS VEÍA TRIPLE! Era extrañísimo, porque a cierta distancia, cuando le daba las largas con el coche, veía las señales de tráfico como si fueran tres, en posición de triángulo equilátero, y a medida que me acercaba a la señal las tres imágenes se juntaban en una, hasta que a una distancia de, no sé (no sé calcular distancias), tal vez 50 metros, ya veía bien la señal. Lo más curioso es veía triple con ambos ojos por separado. Es decir, tenía diplopía monocular (este término no me lo dijo nadie, lo descubrí yo hace dos días).

Cuando se lo explicaba al oftalmólogo no lo entendía. Según él todo estaba perfecto, y me hacía venir al mes siguiente a ver si había mejorado. Pero yo sabía, no me preguntéis cómo, pero lo sabía, que no iba a mejorar, que seguiría viendo igual por más tiempo que pasara. Así, tras una última consulta decidió volver a hacerme las pruebas con la pupila dilatada, a ver si había quedado algún resto de hipermetropía. Me hizo las pruebas y supuestamente me había quedado un 0,5 de hipermetropía en cada ojo. Decidió hacerme un retoque, aunque ya me había dicho que 0,5 era tan poco que no entendía cómo podía perjudicarme a la visión.

Me retocaron la visión hace relativamente poco, en abril de este año. Curiosamente solo tuve que llevar las lentillas la noche después de la operación. A la tarde siguiente cuando fui a revisión ya me las quitó. Cuando le pregunté por qué a la enfermera me dijo que la vez anterior me había quedado un pequeño... edema, creo recordar que dijo. Una herida o no recuerdo exactamente lo que era, y por ello tuve que llevar las lentillas más tiempo.

Aprendiendo sobre estrabismo

Tras el retoque parecía que ya veía mejor. Ya no veía las sombras tan definidas como antes, aunque seguía viéndolas un poco. Lo achaqué de nuevo al poco tiempo que hacía de la operación. Así, suponiendo que ya tenía 0 dioptrías por ojo, le pedí a la enfermera que me dejara el test de la mosca. Quería saber si ya podría verla. Inocente de mí, cuando abrí el librito y descubrí que seguía viendo solo la mosca, pero era incapaz de ver la L y la R a la vez. Fue frustrante. Le pregunté a la enfermera (siempre le preguntaba a la enfermera, a ese oftalmólogo mejor no le preguntes que te responde con evasivas o con "eso son cosas de médicos, no te interesa", como hizo cuando le pregunté qué significaban esos números que decía durante la operación del lásik). La mujer me dijo que nunca vería en 3D.

-¿Por qué, si ya no llevo gafas?

-No tiene nada que ver, tienes estrabismo, y aunque estés operada estéticamente, sigues teniéndolo. Además, has pasado la edad crítica, tus ojos han perdido la plasticidad.

Entonces mi cabeza debió parecer una olla express pues empecé a pensar a una velocidad de vértigo. Los ojos están formados por músculos. Los músculos se pueden estirar y encoger. El estrabismo es un músculo que tira para un lado (ese era mi pensamiento en ese momento) y evita que el ojo se centre. Tiene que haber algún tipo de gimnasia para adiestrar el músculo del ojo, así como en karate hago ejercicios de estiramiento para conseguir elasticidad en los gemelos.

Por otro lado, escuchar lo de la plasticidad me mosqueó. Estudié magisterio y, aunque no terminé la carrera, una de las cosas que se me quedó fue lo de la edad crítica y la plasticidad. Si una persona de 70 años aprende a hacer crochet o bailar el mambo, yo, con 28 años, ¿no iba a aprender a mover un músculo? Ni de coña me tragué lo de la plasticidad (y perdón por la expresión).

Esas fueron las ideas que me pasaron por la cabeza en centésimas de segundo, y así se lo pregunté a la enfermera:

-Pero los ojos son músculos, tiene que haber alguna forma de ejercitarlos.

Fue entonces cuando me habló de un novedoso método que había surgido y que estaba dando muy buenos resultados. Me habló de un optometrista. No supo darme el nombre pero sí me dio la calle.

Antes de ir a ver al optometrista busqué más información por internet. Tenía mucho por aprender y a cada búsqueda encontraba cosas nuevas. Por ejemplo, ahora entendía por qué se me daban tan mal los deportes de pelota (incluso en voley a veces me daban pelotazos a la cara porque no llegaba a tiempo a darle a la pelota). O por qué tenía que salir del coche varias veces a la hora de aparcar, pues veía el coche de detrás mucho más cerca de lo que en realidad estaba. Entendí por qué me daba tanto miedo adelantar, siempre aprovechaba una recta larga en la que no viniese ni un alma de delante. No tenía la percepción de la profundidad.

Cuando la enfermera me dijo que no veía en 3D pensaba que se refería a los estereogramas y a las películas. Pero me di cuenta de que iba mucho más allá. No veía en 3D en la realidad. Darme cuenta de eso fue frustrante y gratificante a la vez. Gratificante porque supe por fin qué me pasaba en los ojos. Frustrante porque el oftalmólogo nunca se preocupó de realmente de mi estrabismo y ambliopía. Se limitó a ponerme el parche, operarme, hacerme seguir una luz y poco más.

Además, me había dado cuenta también de que solo veía con el ojo derecho. El ojo izquierdo estaba ahí de florero. Percibía, pero no veía. Comprendí entonces que a pesar de la operación de estrabismo y del parche, mi ojo izquierdo seguía siendo amblíope. Lo primero que hice cuando me di cuenta de eso fue cerrar mi ojo derecho varias veces al día para obligarme a usar el izquierdo. Pero en cuanto lo volvía a abrir, pum, la imagen entraba directamente por el derecho. Era frustrante, ¿por qué no podía usar el izquierdo también?


Primer contacto con el optometrista

Cuanto más descubría sobre el tema más ganas tenía de visitar al optometrista. Por eso, solo pasaron dos días hasta que fui a la calle que me había dicho la enfermera y busqué la consulta. No me fue nada difícil, y cuando entré me encontré con un hombre muy amable con el que estuve alrededor de media hora contándole mis inquietudes e incluso me hizo un par de pruebas sencillas que terminaron de constatar que no tenía el sentido de la profundidad.

Lo primero que hizo cuando le expliqué que volví al método del parche fue decirme "te dejaré un libro y tras leerlo entenderás que lo de tapar un ojo para forzar la visión con el otro no sirve".

Luego me llevó a otra sala igual a la consulta del oftalmólogo. Me hizo sentar en la silla y me hizo mirar dibujos que había en la pantalla. Supuse que estaba evaluando mi agudeza visual, y él mismo corroboró que es del 100%.

Después me hizo una prueba: se puso a un lado, cogió un boli y lo puso frente a mis ojos, a una distancia de un brazo, con la punta hacia arriba. Me hizo levantar el brazo y bajarlo con rapidez hasta tocar con la punta de mi dedo la punta del boli. El resultado me dejó boquiabierta: ¡FUI INCAPAZ! Mi dedo se quedó a unos cuatro o cinco centímetros del boli, tuve que rectificar para tocar la punta.

-Esta es la prueba que demuestra que no tienes sentido de la profundidad -me dijo-. Y si hubiera tenido un objeto más fino el resultado habría sido todavía peor.

Luego cogió una especie de cartulina blanca con un punto rojo y otro verde a lado y lado. La puso en vertical pegada a mi nariz y me hizo mirar a los puntos. Otra cosa que fui incapaz de hacer. Veía el rojo, veía el verde. Pero era incapaz de ver ambos a la vez.


Dos libros importantes.

Antes de irme de la consulta le dije que estaba muy interesada en hacer la terapia pero en ese momento no podía costeármela. Le pregunté si había algo que pudiera ir haciendo de mientras. Me vio tan receptiva en el tema que me dejó dos libros que me leí en una semana.

El primero fue el de Estrabismo y ojo vago, de Pilar Vergara. Con él aprendí que mi problema está en el cerebro, no en los ojos. Mis ojos están sanísimos, dejando a un lado el astigmatismo y la hipermetropía, o los problemas que tengo después del lásik. Recordé que mi estrabismo se llama endohipertropía. Aprendí, gracias a la metáfora de los hermanos que sale en el libro, que poner un parche en el ojo "bueno" no ayuda, que hay que enseñar a ambos ojos a trabajar juntos. Aprendí que el ojo derecho no era el "bueno", era el "malo". Aprendí que podría ver con ambos ojos a pesar de haber superado con creces la edad crítica. Aprendí tantas cosas y era tan interesante el libro que me lo terminé en una tarde y una mañana.

Luego me dejó el libro de Fixing my gaze, de Susan Barry. Pese a ser en inglés me lo leí en menos de una semana. Nunca he tenido problemas con la lectura, me encanta leer. Yo no leo libros, los devoro. Puede resultar contradictorio, pues en ambos libros se hace mención de los problemas de lectura y comprensión lectora con el estrabismo. Pero como el parche lo llevé sólo antes de comenzar con el proceso de lectoescritura supuse que sería debido a ello. Sin embargo sí me encontré con dificultad a la hora de leer partituras, y tras leer el libro de Barry comprendí el motivo: cuando leemos ambos ojos no reciben la misma imagen, un ojo lee una parte de la palabra y el otro la otra, y así leemos más rápido. Sin embargo, a la hora de leer partituras prácticamente leo nota por nota en vez de leer el grupo de notas entero, y la lectura a primera vista se me hace muy complicada. Pensé que era mi asignatura pendiente, pues la música es mi fuerte y mi pasión, pero ahora entiendo que no soy yo, son mis ojos, o más bien, mi cerebro.

También, gracias al libro de Barry, por fin encontré varios ejercicios que podría hacer por mi cuenta sin miedo a hacerme daño.

• El primero fue el péndulo. Al principio no entendía qué tendría que ver seguir un péndulo con los ojos con la percepción de la profundidad. Tuve que probarlo yo misma para comprender que un péndulo no se mueve sólo horizontalmente, también se mueve en círculos, de adelante atrás, más lejos, más cerca...

• Luego habló de otro que todavía no he llevado a la práctica: el caminar sobre algo en línea recta manteniendo el equilibrio. Según explicaba el libro, para mantener el equilibrio los ojos tienen que estar ambos mirando a un punto fijo.

• También hablaba de los estereoscopios, y cuando leí la descripción recordé que yo tenía un juguete así de pequeña. Recuerdo que los demás, cuando miraban, veían la imagen en 3D. Yo en cambio miraba y veía ambas imágenes. Mi cerebro era incapaz de fusionar las dos imágenes en una. Recuerdo una en especial, en la que una tenía el fondo rosa y la otra amarillo. Esa me causaba frustración. Era incapaz de ver las dos, veía una o veía otra, pero me era imposible ver las dos, ni fusionadas ni sin fusionar. Me pasaba un rato largo mirando a través del aparato, pero finalmente lo apartaba, cansada y frustrada.

• Para terminar, lo que más me llamó la atención fue el cordón de Brock. Especialmente porque se tiene un handicap a la hora de saber si realmente se está haciendo bien o no el ejercicio.


Empieza el "juego".

Tras leer los dos libros mi impaciencia por ganar esteropsis fue en aumento. Tanto es así que terminé por hacerme un cordón propio con una cinta delgada y cuatro pequeñas pinzas del tipo de tender la ropa, pero de las pequeñas que se usan como clips en papelería. La verdad, me da algo de reparo hacer estas cosas sin la supervisión de un especialista, pero tras devolverle los libros al optometrista y decirle que seguía interesada, más si cabe, me dijo que no habría problema con el cordón de Brock.

Además, me dijo otro ejercicio que podría hacer: ponerme un boli delante de los ojos y mirar a un punto lejano, tapándome los ojos alternativamente y con rapidez, para luego dejar un rato corto los ojos sin tapar.
Le comenté también que había estado haciendo pruebas por mi cuenta mientras leía los libros. Una prueba que hice fue ponerme el dedo ante los ojos y fijarme en él. Tenía a mi padre delante hablándome y de repente lo vi doble. La emoción que sentí en ese momento fue indescriptible, porque tras todo lo que había aprendido con los libros comprendí que estaba mirando mi dedo con ambos ojos.

También había seguido haciendo por mi cuenta lo de la cartulina blanca. Ahora era capaz de ponerme un libro fino frente a los ojos y ver ambas portadas. Cuando se lo expliqué al optometrista se levantó, fue a buscar una cartulina parecida y me la dio para que hiciera la prueba. No era la misma de la otra vez, esa tenía tres puntos en vez de uno, cada cual más pequeño. Me la hizo poner en horizontal con el punto grueso cerca y tras varios segundos conseguí ver ambos puntos. Le bastó mi sonrisa para saber que lo había logrado. Luego me hizo mirar al segundo, pero ya no fui capaz.

Ahora tengo mi cordón junto a mí y de vez en cuando cojo y practico. Pero hay algo que me molesta y me frustra a la vez: se supone que tengo que ver el cordón como si fuera una X, pero solo soy capaz de ver desdoblamiento después de la pinza, no antes. Por más que intento, solo consigo ver la cuerda borrosa, y eso me pone muy nerviosa. Supongo que tendré que hacer otros ejercicios más para compaginar.

También hay otra cosa que me escama: Se supone que solo veo con un ojo, pero entonces, ¿por qué si me pongo las manos a ambos lados de los ojos y miro a un punto lejano, veo ambas manos? Cierro un ojo y pierdo la visión de esa mano, pierdo el ojo y pierdo la visión del otro. Pero abro ambos ojos y aunque estoy segura de que solo veo con el derecho, veo mi mano izquierda. ¿Cómo se entiende eso? Y no solo de cerca. De lejos también me pasa, voy conduciendo y veo los árboles y los coches de los laterales, aún a sabiendas de que solo estoy usando un ojo. Mi idea es que en realidad veo con ambos ojos, pero allí donde está la confusión, donde mi cerebro recibe dos imágenes distintas del mismo objeto, anula una en vez de fusionarlas. A lo mejor es una tontería, pero es la única explicación que le encuentro.

Gracias a los que os habéis leído tamaño tocho. Espero poder compartir con vosotros mis vivencias en cuanto empiece la terapia visual. Y gracias especialmente a un compañero del League of Legends, estudiante de optometría, que tiene el detalle de soportar mis múltiples inquietudes.
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SERSANGRO
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Re: En busca de la estereopsis

Mensaje por SERSANGRO »

Hola Aoko.

Bienvenida al foro. Veo que estás hecha un lio pero que te vas aclarando, por lo menos en lo que respecta a la plasticidad, que no es muscular, es neuronal.
De hecho algunos optometristas comportamentales, imagino que te está tratando uno de estos, se hacen llamar neuro-optometristas.
Sólo te daré un par de consejos:
Eres una candidata a sufrir horror fusionis, aunque ya te lo habrá comentado tu optometrista, estaría bien que se lo recordaras y valorarais entre l@s dos los riesgos. Recuerda que la ambliopía es la solución que el cerebro da a un problema todavía peor, la diplopia.
Desconfía de las promesas, o al menos, promete pagar después de haber conseguido lo que te han prometido.
Saludos y suerte.
P. D. La estereopsis está muy sobrevalorada. Créeme si te digo que, salvo para algún deporte o para cazar con arco, no te va a cambiar en nada la vida. No te lo digo para desmoralizarte sino para que no te deprimas si no la consigues, que no pasa nada de nada,vamos.
«Cuando una persona sufre de una alucinación se le llama locura. Cuando muchas personas sufren de una alucinación se le llama religión.» Pirsig.
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