Hasta la cresta y los piercings hay que saber venderlos, habría que ver cuantos de los que comen en su restaurante lo harían si su novia no fuera una estrella de la tele y si no saliese un día sí y otro también en revistas del corazón.ahorso escribió: Fijaos, la gente hace colas de años y paga 300 pepinos de media por comer en un sitio de un cocinero con crestas, piercings y que suelta 5 tacos por cada 3 palabras que dice...
NO, no me lo creo, eso del corbaterío y la batita...
Todo es marketing, pero sigo pensando que la higiene y la similitud con el estereotipo esperado ayudan bastante a ganarte la confianza de los clientes.
Una bata limpia con su regla de fijación y su penlight en el bolsillo y un rostro bien afeitado y bien peinado, dan una buena imagen y demuestran interés y respeto por tu profesión y por quienes confian en ti.
Si hay a quien le vale cualquier cosa pues genial, de todo tiene que haber y cada uno tiene su público.
Yo prefiero un cocinero digamos más tradicional, pero a lo mejor el pájaro ese de la cresta cocina bien.
Saludos colegas.