Abro debate.

[ojazos]

del mismo modo que no creo que un médico deje de ser profesional por hacer un seguimiento a sus pacientes, o por poner o quitar unas grapas

[Ester]

Yo estoy de acuerdo con un poco de todos. Mi caso: yo sóla sin empleados. Si me pudiera permitir pagar a uno, sería un vendedor con conocimientos de óptica, aunque se lo tenga yo que enseñar.
Pero por otra parte, cuando graduas a alguien, consigues que escoja una gafa que le vaya a ir bien al paciente y a la graduación, se la montas tú, viene a recogerla, se la ajustas y después hasta consigues que te dé las gracias, yo ese día vuelvo un poquito mejor a casa.
Si sólo graduara y no "sintiera" el resultado final de mi trabajo, creo que faltaría algo. Me pasa cuando viene a recoger la gafa otra persona (familiar, amigo), hay ciertos casos especiales que sientes como si faltara algo en todo el proceso, y el día que aparece el paciente a que le ajuste la gafa y te dice que está encantado, ese día es en el que para mí termina el proceso.
No lloreis por favor.

[Óscar]

[Joan]

Pues yo estoy de acuerdo con todos (jeje, que político eh!)
Os explico, yo trabajo con vendedoras "profesionales", vamos que llevan la tira de años en esto de la óptica y "venden" mejor que yo. Pero... sí que me gusta "vender" los cristales en gabinete, recomendando antes de salir de la consulta qué tipo de cristal sería más adecuado para su caso, bien por prescripción o graduación. Luego, a la hora de decidir, cuando le digan los precios ya eligirá una cosa u otra.
Y por otro lado, cuando la venta (montura, cristales,...) ya está realizada, sí que me paso por la mesa del punto de venta, interesándome por como le queda la montura, tomar los centros y comprobar que todo es correcto; vamos como si diese el visto bueno a la faena del vendedor.
Todo éso cuando puedo y no tengo que volver a entrar en gabinete.

[JAVAL]

Eahhhh, lo que yo decía.