Se celebra un juicio contra un conductor que es acusado de intento de atropello de un agente de tráfico.
El agente Hernández y su compañero Fernández aseguran que el acusado, conscientemente, con premeditación, nocturnidad y alevosía intentó atropellar al agente Hernández: “Si, si, con premeditación y alevosía.”- declaró.
Y Fernández: “Yo aún diría más, con premeditasía y alevoción”.
No se le pudo hacer ningún test de alcoholemia ni drogas pero los agentes aseguran que iba como “alucinao”. No conducía rápido pero no hizo el mínimo amago de frenar, según los testigos. El agente usaba en ese momento una porra luminosa roja, que, según los informes técnicos, es visible a kilómetros. Sin embargo no llevaba chaleco reflectante.
La versión del acusado, el tonto Simón (así le llaman en su pueblo, por aquello de la canción tu eres tonto Simón, de Radio Futura, creo recordar), es que el policía encendió la porra justo antes de pasar junto a él, que no iba “fumao ni na de na”. Y que un mal día lo “tié” cualquiera.
Esa noche había muchos testigos, entre sanitarios y otros conductores, pues había ocurrido un accidente en la autovía. Por eso precisamente se encontraban los agentes allí.
Todos los testigos declararon a favor de los agentes H. y F. y Simón fue condenado por atentado a la autoridad.
Entre los asistentes al juicio había un óptico al que acababan de juzgar por absentismo laboral encubierto, ( se pasaba las horas jugando a no sé que juego de patologías)

“Este pobre hombre es inocente”
“Este mentecato padece X X X”
Tras una larga sesión de discusiones entre jueces, abogados, peritos y el óptico, Simón quedó libre.
¿Qué patología estamos buscando?
Para este caso NO PODÉIS PEDIR PRUEBAS, sólo el informe de atestados.
Hay que razonar la respuesta, no sea que pase lo que en el caso anterior, que casi acierto de chiripa.

La respuesta correcta (puede haber más de una) son tres palabras exactamente, ni más ni menos.
Paciencia con el tiempo, perdón si meto la pata, y hala, a leer el Kanski.
PD: Si llega el caso, os daré una pista. Aunque es muy posible que no haga falta.