Foro de ópticos - optometristas

La última.

Una señora viene que se le ha salido la lente de su gafa ranurada. Cojo el lacito para colocarla. La coloco, voy al ventilete para ajustarla y plof! me doy cuenta de que ha desaparecido la lente del otro lado (que sí que estaba cuando trajo las gafas).

La óptica se ha comido la lente. Debe tener hambre de lentes. Ha desaparecido y llevo una hora buscándola.

En fin, tendré que comprar otra lente (por suerte es un monofocal de stock).

No te preoucupes, el lente saldrá en el mismo momento en que la señora se lleve la gafa terminada (o tal vez un poco despues de biselar el nuevo lente).

Las leyes de Murphy son ineludibles

La señora me preguntó que cómo lo haría para pagar la lente, y le dije que no se preocupara, que la pagaba yo.

Pero claro, esto te cuesta un dinero. Quizá podías hablar con el fabricante para que no te la cobraran.
No te preocupes, hablo con ellos para que me entre en garantía o me hagan un descuento.
A lo mejor consigues que no te la cobren.
Bueno, pero antes de pedirla la busco, por si acaso.

Está claro que al final tendré que pedir la lente.

¡La tienes en un bolsillo/dobladillo de la bata! ¡Busca!

Esto me recuerda a la vez que tuve que graduar a una mujar que venía en silla de ruedas.

Claro, le tuve que graduar con gafa de prueba y entre el ir y venir de lentes sueltas una saltó y voló a no sé donde. Nos veias a a mi, a la paciente y a la madre buscando la lente por todo e gabinete. Se lo había tragado el suelo o qué? la señora se desabrochó las botas, se miró dentro de la camisa, en el pelo, casi la dimes la vuelta a la silla de ruedas. Y yo me quería morir.

Al día siguiente vi no el padre con la lente. Se había caído dentro de la bota y había llegado casi hasta el pie.

se me siguen cayendo las lentes de la gafa de prueba, no escarmiento.

Coliflora escribió:Esto me recuerda a la vez que tuve que graduar a una mujar que venía en silla de ruedas.

Claro, le tuve que graduar con gafa de prueba y entre el ir y venir de lentes sueltas una saltó y voló a no sé donde. Nos veias a a mi, a la paciente y a la madre buscando la lente por todo e gabinete. Se lo había tragado el suelo o qué? la señora se desabrochó las botas, se miró dentro de la camisa, en el pelo, casi la dimes la vuelta a la silla de ruedas. Y yo me quería morir.

Al día siguiente vi no el padre con la lente. Se había caído dentro de la bota y había llegado casi hasta el pie.

se me siguen cayendo las lentes de la gafa de prueba, no escarmiento.

Je, je esto no se si iria en "pifias de taller o de gabinete". Ahi va la mia,

Verano, calorcito, una clienta en plenas pruebas de lentillas. La tengo sentada en el sillon de la columna. Un escotazo de los que quitan el hipo (y más visto desde arriba) (os juro que hice lo que pude para no mirar demasiado). Lo que habia bajo del escote era generoso y firme. No se que pasó pero la lentilla que iba en mi mano (positiva con astigmatismo, de las que "pesan") se me resbaló al ir a ponerla.

¿adivinais dónde cayó? .......... Casi, casi hago diana!!! Pero no, se quedo apoyada en la parte superior del pecho, casi a punto de colarse y perderse entre la inmensidad de aquello. Ella no se dió cuenta al principio y allí me quedé yo, ojiplático, obligado a mirar y medio tartamudeando le dije que si hacia el favor de cogerla. Ahh!! responde, y la cogió ella entregandomela en mano y con una sonrisa de oreja a oreja. Nos pasamos 10 minutos riendonos (aunque yo creo que estaba más rojo que un tomate).

Años despues, sigue viniendo a las revisiones con generosos escotes (tanto en verano como en invierno)

A lo mejor tiene la esperanza de que en una de éstas le saques la LC y se te caiga.

Si es que las mujeres sólo queremos provocar. Estamos hechas para el pecado.

jejeje, a mi me ha pasado con algun q otro chico, estar poniendole las lentillas, se me resbalan los parpados de tanto q llora y....adios! se me cae la lentilla en su bragueta....mmmm, un mal rato q se pasa con un "ups! lo siento"

Jajaja, llevo un rato leyendo vuestras anécdotas (intentando que se me pasen las horas de este domingo de curro), y me estoy partiendo los refajos!!, veo que no soy la única que mete la pata en taller.
La verdad es que así en frío hace mucha gracia, pero cuando meto una gambada ya no me río tanto. Ya hice unas cuantas, y gordas, pero lo que peor llevo es lo de las gafas al aire, hasta que no la termino, ni respiro ni parpadeo, jaja. Otra de las pifias es lo de las lentes con súperantirreflejante, el año pasado me cargué unas cuantas, pero era más fallo de la biseladora (cómo no), porque desde que nos la cambiaron no nos ha vuelto a pasar. Pero bueno, cuando un encargo se cruza, no hay nada que hacer.

nurita escribió:La última.

Una señora viene que se le ha salido la lente de su gafa ranurada. Cojo el lacito para colocarla. La coloco, voy al ventilete para ajustarla y plof! me doy cuenta de que ha desaparecido la lente del otro lado (que sí que estaba cuando trajo las gafas).

La óptica se ha comido la lente. Debe tener hambre de lentes. Ha desaparecido y llevo una hora buscándola.

En fin, tendré que comprar otra lente (por suerte es un monofocal de stock).

Os cuento el final de la historia. Pedí la lente a fábrica para reponerla. Mientras, seguí volviéndome loca buscando la lente. También la buscaba la señora. Y comentando la historia a la chica de la tienda de al lado, entra y también se pone a buscar. Nada de nada.

Ayer lunes me viene la mujer toda sonriente y me dice que el domingo, buscando a su perro debajo de la cama, aparece una lente. ¿Cómo apareció allí si yo la había visto puesta? ¿Qué me había fumado ese día de buena mañana? ¿Acaso las lentes tienden a volver por sí solas a su hogar?

La mujer me invitó a desayunar, sin creernos todavía lo que había pasado. Afortunadamente no llegué a biselar la lente que me llegó.