La cirugía PRK

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root
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La cirugía PRK

Mensaje por root »

La cirugía PRK, o queratectomía fotorrefractiva, es uno de los procedimientos de corrección visual más antiguos y bien establecidos dentro de la oftalmología. A pesar de la aparición de tecnologías más modernas como el LASIK y el SMILE, la PRK sigue siendo una opción válida y preferida en ciertos casos debido a sus características únicas. Desde un punto de vista óptico-optometrista, la PRK ofrece ventajas y desafíos que requieren una comprensión detallada tanto de la técnica quirúrgica como de la rehabilitación visual postoperatoria.



Fundamentos de la Cirugía PRK


La PRK es un procedimiento de ablación superficial del estroma corneal, donde se utiliza un láser excímero para remodelar la córnea y corregir errores refractivos como miopía
miopía
, hipermetropía y astigmatismo. A diferencia de LASIK, no se crea un colgajo corneal, lo que evita algunos riesgos asociados, como las complicaciones del colgajo. En la PRK, se elimina el epitelio corneal (la capa más externa) para exponer el estroma subyacente antes de aplicar el láser. Posteriormente, el epitelio se regenera naturalmente en los días siguientes a la cirugía.



Indicaciones de la PRK

Desde el punto de vista del optometrista, la PRK es especialmente recomendable en pacientes que presentan córneas delgadas, sequedad ocular severa o aquellos con un alto riesgo de trauma ocular (por ejemplo, atletas de contacto). Además, es una opción preferida en personas con cicatrices corneales preexistentes o con un riesgo elevado de desarrollar ectasia corneal post-LASIK.



Casos específicos incluyen:
  1. Córneas Delgadas: En pacientes con una paquimetría corneal reducida, la PRK es una opción más segura, ya que no requiere la creación de un colgajo que podría comprometer la estabilidad biomecánica de la córnea.
  2. Pacientes con Sequedad Ocular: Dado que la PRK afecta menos a la inervación corneal en comparación con LASIK, puede haber una menor exacerbación de los síntomas de sequedad ocular postoperatoria.
  3. Pacientes con Profesiones o Aficiones de Alto Riesgo: Personas involucradas en deportes de contacto o profesiones donde existe un riesgo elevado de impacto en los ojos pueden beneficiarse de la PRK, ya que elimina el riesgo de desplazamiento del colgajo, una complicación asociada a LASIK.


Proceso de Evaluación Preoperatoria

La evaluación preoperatoria es crítica para determinar la idoneidad del paciente para la PRK. El optometrista desempeña un papel fundamental en esta fase, realizando una serie de pruebas y medidas, incluyendo:
  1. Refracción y Topografía Corneal: La medición precisa del error refractivo y el mapeo topográfico de la córnea son esenciales para planificar la ablación con láser.
  2. Paquimetría Corneal: La medición del grosor corneal es vital para asegurarse de que la córnea sea lo suficientemente gruesa para soportar la ablación y para determinar la cantidad segura de tejido a remover.
  3. Evaluación de la Superficie Ocular:** La evaluación de la calidad de la película lagrimal y la integridad del epitelio corneal ayuda a prever posibles complicaciones postoperatorias, como la sequedad ocular o la cicatrización irregular.


Técnica Quirúrgica

Durante la PRK, se aplica una solución alcohólica o se utiliza un cepillo rotatorio para eliminar el epitelio corneal. Una vez que el estroma está expuesto, el láser excímero se utiliza para realizar la ablación según el perfil refractivo preestablecido. Tras la ablación, se aplica una lente de contacto terapéutica para proteger la córnea mientras el epitelio se regenera.


Recuperación y Cuidados Postoperatorios

El proceso de recuperación tras la PRK es más largo y puede ser más incómodo en comparación con LASIK. El epitelio corneal tarda varios días en regenerarse completamente, lo que puede provocar dolor ocular, visión borrosa y sensibilidad a la luz durante los primeros días. Es fundamental que el optometrista supervise estrechamente la recuperación, gestionando los síntomas y monitorizando la cicatrización.



Aspectos clave en la recuperación incluyen:
  1. Seguimiento Regular: Las visitas postoperatorias son esenciales para garantizar una correcta cicatrización del epitelio y para detectar a tiempo cualquier complicación, como la aparición de haze corneal o la regresión refractiva.
  2. Manejo de la Sequedad Ocular: El uso de lágrimas artificiales y, en algunos casos, medicamentos antiinflamatorios es necesario para controlar la sequedad ocular y facilitar la recuperación.
  3. Rehabilitación Visual: La visión mejora gradualmente, alcanzando su estabilidad óptima entre 3 a 6 meses postcirugía. Durante este tiempo, es importante realizar ajustes en la corrección óptica si es necesario.

Complicaciones y Cómo Evitarlas

Aunque la PRK es segura y efectiva, existen complicaciones potenciales, como la opacificación corneal (haze), la infección, y la regresión del error refractivo. Desde la perspectiva del optometrista, la prevención y la detección temprana son cruciales para un buen resultado visual.
  1. Opacificación Corneal (Haze): Esta complicación puede afectar la claridad visual si no se gestiona adecuadamente. El uso de esteroides tópicos en el postoperatorio y la exposición controlada al sol son medidas preventivas eficaces.
  2. Regresión Refractiva: Puede ocurrir una regresión del efecto refractivo, especialmente en casos de corrección de alta miopía
    miopía
    . El seguimiento regular y el ajuste de la corrección óptica son esenciales para manejar esta situación.
  3. Infección: Aunque rara, la infección es una complicación grave que requiere intervención inmediata. El uso de antibióticos profilácticos y una estricta higiene postoperatoria son fundamentales para prevenirla.



Conclusión

Desde la óptica y la optometría, la cirugía PRK sigue siendo una técnica valiosa para la corrección visual, especialmente en pacientes con condiciones corneales que los hacen menos adecuados para LASIK u otros procedimientos. El rol del óptico-optometrista es fundamental tanto en la evaluación preoperatoria como en la supervisión postoperatoria, garantizando una recuperación exitosa y una rehabilitación visual óptima.

La PRK es un excelente ejemplo de cómo la combinación de tecnología avanzada y una atención especializada puede ofrecer resultados visuales excepcionales, incluso en los casos más desafiantes. La atención a los detalles, la evaluación precisa y el seguimiento constante son claves para asegurar que cada paciente logre la mejor visión posible con este procedimiento.
It's a beautiful day
Don't let it get away
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