una chica de veintipocos con gafas de sol oscuras y sin maquillar (y con pinta de no querer estar ahí) con una amiga a la óptica. Pregunto qué desea. Me dice tímidamente que quiere saber el precio de las lentillas de colores. Su amiga, la cual es bastante más parlanchina que ella, me dice que si "le tiene que hacer pruebas". Evidentemente le digo que sí, y cuando estaba a punto de decirles que les cogía cita para otro día 
, le dije a la chica que se quitara las gafas de sol para comprobar el color de ojos y qué posibilidades había de que quedara bien unas l.c. cosméticas. Tras vérselos, le comenté a la chica que bien, que podía hacerle las pruebas ahora, y le expliqué que la adaptación tiene un coste (por supuesto) y que la prueba incluye valorar el estado general de la salud ocular. La amiga le cuchichea que no se preocupara que ella se lo pagaba y que no ponga esa cara de miedica que no son más que pruebas sin importancia, que ella lleva l.c. y sabe lo que es. Ella le responde que no está asustada, que todo eso del cambio de look era idea suya y que pensaba que era una tontería. La amiga la convence al final de que se haga las pruebas, que necesitaba cambiar para animarse un poco. Tras todo esto y habiendo gastado diez minutos valiosos
, pasamos a consulta.Empieza la ronda de preguntas.
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