
Pues allí, reconocemos a un viejo paciente nuestro, al que hace dos años que no vemos. Él no nos reconoce, lo notamos algo desorientado. Entonces empezamos a recordar su historial clínico, ya que tenemos muy buena memoria. Para los más escépticos, si hay algo que no recordemos, lo podemos mirar en nuestro portátil, con acceso a internet y conectado mediante clave secreta a los datos del ordenador de nuestra óptica.
Pero notamos algo raro, y no sabemos lo que es. Por curiosidad intentamos averiguar sin ofender al señor en cuestión. Es decir, disimulando, queremos averiguar lo que le pasa.