Un especialista conductual acaba de diagnosticarme una "falsa endoforia".
Explico mejor exactamente su diagnóstico:
El origen de mis problemas visuales fue una anisometropía detectada a los 16 años: miopía
miopía
Cuando me pusieron gafas, mi sistema visual se descompensó y me produjo una aniseiconia y anisoforia (endoforia). Lo que, además de afectarme a la visión binocular, cambió la refracción de mis ojos: los dos se volvieron miopes (aunque uno de ellos, el que ya lo era, con 2 dioptrías más que el otro).
Esto me habría provocado cierto grado de ambliopía en mi ojo izquierdo y una disparidad de acomodación (anisoacomodación) en el sistema visual.
Arrastré esos problemas hasta los 23 años, cuando me operé la refracción. Con la operación laser desapareció la anisometropía y con ello los síntomas de mis problemas.
A partir de los 25 años, regresaron esos síntomas. La aniseiconia (diferencia entre imágenes de tamaño y forma) que me provocaría anisoforia (lo que explicaría la variabilidad de mi endoforia).
En la actualidad, la aniseiconía me estaría provocando un exagerado espasmo de acomodación: "una contractura del músculo ciliar". Este espasmo acomodativo sería el culpable de la astenopia, que agudizaría la ambliopía funcional de mi "ojo malo", lo que lima la esteropsis.
Ese espasmo acomodativo estaría provocando la inflexibilidad acomodativa, diplopia en las miradas extremas, fotofobia, vergencia fusional negativa deficiente, sobreestimulación de la convergencia acomodativa y, como resultado de todo ello, enforia básica.
Por cierto, también me estaría provocando una pseudomiopía presente en las mediciones de refracción, aunque esa pseudomiopía no la sufriría todos los días. Y, como es normal, a todo ello habría que añadirle dolores de cabeza y en la musculatura de los ojos, las sempiternas moscas voladoras y una reducida visión periférica.
El tratamiento que me han señalado: ser consciente del cuerpo ciliar y del cristalino, ambos siempre están supercontraídos. Han perdido la capacidad de relajarse. La quemazón que siento en los ojos, precisamente es en ellos, al parecer.