Chico de 30 años que viene a cambiar sus cristales (minerales) de montura. Me las deja alrededor de las 18:30
Primer cristal en la biseladora... queda ligeramente grande. Retoco 0'1 mm. Cuando empieza a girar la muela, y mientras estaba preparando el otro cristal, se oye en la máquina ¡CRACKA! Cristal partido por la mitad.
Tensión, intriga, dolor de barriga... ¡maravilloso stock de cristales el mío que tengo exactamente la misma graduación!
Segundo cristal en la biseladora... ¡y pasa lo mismo!
Y el sábado podría tenerlos aquí si los pido, que a veces son majos y mandan el reparto... ¡PERO ES FIESTA!
Menos mal que el chico se lo tomó con filosofía, se llevó unos blisters de lentillas diarias para pasar el finde y el lunes por la tarde estaba solucionado.
Y no sólo eso... luego nos encargó cajas de lentillas diarias

Primer Axioma del Taller: "El que monta se equivoca"