El equipo de audiólogos de Oticon explica los signos de alerta para chequear la audición y recomienda acudir, al menos una vez al año, a realizarse una prueba auditiva
La pérdida auditiva es un problema que no solo afecta a la propia función de oír, sino que influye en diferentes esferas de la vida cotidiana como son las relaciones laborales, sociales y familiares. Por ello, un problema de comunicación generado por no poder oír bien puede derivar en una serie de consecuencias que merman la calidad de vida de las personas que la sufren. En este contexto, el equipo de audiólogos de Oticon, líder tecnológico en el desarrollo de audífonos, advierte sobre la importancia de detectar a tiempo los signos de pérdida auditiva y ofrece cinco razones por las cuáles una persona debería revisar su audición por parte de un profesional especializado.
La prevalencia de la pérdida auditiva en España es del 10%, según el último estudio Eurotrack 2023, realizado por diferentes compañías de audífonos. Cuando una persona tiene pérdida de audición ve reducida su capacidad auditiva, de manera que no es capaz de oír tan bien como alguien con una audición normal, considerada ésta dentro de los umbrales de 20 dB o más en ambos oídos.
Lo mejor, por tanto, es que de forma periódica y ante cualquier signo de pérdida auditiva se visite un centro audiológico para hacerse una prueba de audición completa, que es rápida e indolora, con la que determinar el grado y el tipo de hipoacusia.
En caso de sufrir pérdida auditiva lo importante es que la persona tenga claro que existe tratamiento y que el paso más importante es detectarla y rehabilitarla lo antes posible para prevenir males mayores.
Por todo ello, se hace muy importante identificar las señales, especialmente importante en niños y personas mayores porque puede limitar de manera significativa en su calidad de vida. De hecho, según advierte la Organización Mundial de la Salud en su último Informe de la Audición, más del 65% de la población mundial mayor de 60 años presenta algún grado de pérdida auditiva, pero, a pesar de las limitaciones que esto conlleva, esperan entre 9 y 10 años antes de buscar atención audiológica. El equipo de audiólogos de Oticon señala los signos de alerta que indican que debemos revisarnos la audición:
- Cuando se percibe que las personas del entorno murmuran o hablan bajo.
- Cuando resulta difícil mantener conversaciones en restaurantes o lugares con mucha gente y/o ruido de fondo.
- Cuando se necesita subir el volumen de la televisión, la radio o el teléfono.
- Cuando se pide repetir a amigos y familiares todo lo que dicen con mucha frecuencia.
- Cuando es necesario mirar a la cara para leer los labios y entender lo que se está diciendo.
En caso de notar alguna de estas situaciones en algún amigo, compañero o familiar, e incluso en uno mismo, será necesario hacer una prueba de audición.